Encargo de sesión de fotos para Marta Vilanova
Venimos de un tiempo,
en el que se nos ha enganchado un silencio extraño en la piel.
Venimos de un tiempo,
en el que los ojos quieren dejar atrás las pesadillas.
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Había una vez una hada que quiso abrazar su yo y fusionarse con la siempre todopoderosa naturaleza.
La protagonista de este relato transita por diferentes estados emocionales, en los que...
Se empodera, se materniza y se deconstruye.
Encuentra un tesoro y palpa el tiempo.
Se despierta, se levanta, se abre camino, explora su entorno y se alimenta de bosque.
Se araña de pintura y se viste para el ritual de soñar y de conquistar lo anhelado.
Le crecen plumas, se llena de claridad, descubre el vuelo y sonríe.
Se adentra en aguas de río, abraza su sombra y ama la convivencia de su dualidad.
Descubre quien es, encuentra su esencia y renace.
Cuando cae la tarde pasea descalza, siente la conexión natural, se fusiona con la tierra.
La luz se fragmenta y sus partículas acarician la piel.
Baila, toda llena, su bosque.
Un ritual de vida, una nueva ella, una nueva Marta.
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Recomiendo acompañar esta narración con una copa de vino al gusto, escuchando de fondo el nuevo disco de Maria Rodés, Lilith.
Y si aún no lo habeis hecho os recomiendo la novel·la de Irene Solà, Canto yo y la montaña baila.
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Gracias MUY especiales a @anavivero por dejarnos sus magníficas coronas.